domingo, 17 de junio de 2012

Mi bebé cambia y su alimentación también

                                                                                                                                  Angela Cornejo

La alimentación complementaria es un  proceso que se inicia al implementar alimentos no lácteos como complemento a la leche materna o fórmula maternizada. La leche materna o fórmula maternizada en un cierto tiempo deja de ser un alimento indispensable para atender las necesidades nutricionales de los lactantes. Es por ello, que se debe incluir la alimentación complementaria. Este cambio la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que se dé a partir de los seis meses de vida.
La presentación de los alimentos en este cambio debe caracterizarse por la consistencia, variedad, cantidades y frecuencia adecuada, que dependiendo del tiempo de vida del bebé, cumplan todas las necesidades nutricionales del crecimiento, sin dejar de lado la lactancia materna.
La preparación y administración de los alimentos debe proporcionarse de manera segura y evitando el mínimo riesgo de contaminación. El ambiente en el cual se brindan estos alimentos es importante ya que este debe ser acogedor y agradable.
 A partir de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Ministerio de Salud (MINSA) hemos elaborado el siguiente cuadro:


En todos los grupos etáreos, se recomienda que la alimentación deba contar en su composición con frutas, verduras y algunos alimentos de origen animal (hígado, sangrecita, etc.) De la misma manera, es adecuado evaluar la deglución y la aceptación de los alimentos por parte de el bebé para evitar cualquier complicación.





Estadísticas del ENDES 2011 indican solamente un porcentaje de 74.1 por ciento de los niños y niñas que tenían entre seis u ocho meses de edad, y que recibieron lactancia materna, consumieron alimentos por lo menos dos veces al día. Esto indica que un gran porcentaje del país implementa la alimentación complementaria. No obstante, lo más adecuado sería alcanzar un porcentaje de 90 por ciento para que de esa manera asegurar un buen aporte de nutrientes. 

 Según datos obtenidos del ENDES 2011, se puede señalar que el 96 por ciento de las madres con educación superior implementan la alimentación complementaria en su tiempo adecuado, mientras que sólo un 82.8 por ciento de las madres sin educación implementan el cambio. Se recomendaría brindar mayor orientación a las madres sin educación acerca de  la importancia de la alimentación complementaria.
En conclusión, resulta indispensable una alimentación adecuada para la transición alimentaria.  Además de ello, la presentación y composición de los alimentos deben de ser adecuados dependiendo de la etapa de vida del bebé. Por último, no se recomienda eliminar la lactancia materna sino seguir implementandola hasta aproximadamente los 2 años de edad.

FUENTE: MINSA - OMS

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